lunes, 3 de diciembre de 2018

Simulacro


Por Jimena COLUNGA GASCÓN


"Lo que más me gusta de vos es algo que no habrá tiempo capaz de quitártelo."

- Mario Benedetti

El simulacro de amarte eternamente
mientras dura la décima parte del día 
lleno de tu sonrisa 
y el mordisco que me quedó en el cuello 
la última vez que te despediste.

Observarte profundamente 
y acariciarte la cara como el tesoro hundido 
nunca antes buscado 
y sin embargo brillando violentamente 
al calentarme el corazón.

Jurarte con la piel y las entrañas 
mi adoración por siempre, 
siempre siendo hoy, 
como reza el paisano, el poeta, 
el narrador de los instintos atándome a tu piel. 

La imaginación fugaz 
de infinitas caminatas por el mundo 
escuchando sólo la sinfonía 
de tus palabras detrás de mi pelo, 
llamándome Mi Amor.

Cerrar los ojos ingenuamente 
para conservar el perfume enervante
de este violento gozo 
que sabe tu sola existencia 
en esta única vida donde te tengo.

La apariencia maldita 
de haberte encontrado para nunca más perderte 
en este mismo instante cuando ya te has ido 
y vuelves sólo en humo, 
el humo del deseo, 
el humo del fervor.

martes, 6 de noviembre de 2018

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Por Jimena COLUNGA GASCÓN


El tiempo es el mejor antologista, o el único, tal vez.
- Jorge Luis Borges


Ahí donde tu sonrisa me alcanza hasta atrás de las rodillas,
justo a la vuelta de la columna donde se me mete tu olor,
a tres centímetros de la profundidad de este gemido que me haces con tu voz,
dos pasitos a la izquierda de donde me partes una y otra vez en dos,
a un lado del punto en el que me derramas con los dedos,
debajo de tus palabras acariciándome el cabello,
junto a tu lengua llenándome de electricidad las piernas,

Ahí donde me miras más allá de los ojos

Ahí todo mío, ahí toda tuya


hasta la vuelta del tiempo.

viernes, 22 de junio de 2018

“Manual de Principiantes para ser Presidente” o La Superficie Dramática de las Buenas Intenciones

(Publicado originalmente en El Faro en las Calles)

Por Jimena COLUNGA GASCÓN
jimena.colunga.gascon@gmail.com




“Yo también luché contra cobardes
y la única defensa contra los cobardes
es el éxito.”
- Fernando Luján como el Octogenario

“El Sistema”: ese monstruo enormemente invisible atormentando nuestros sueños y nuestras vidas. Se tiene la impresión general de que es necesario “luchar contra el sistema”, aunque no entendamos muy bien qué es ni por dónde ni cómo. Dentro de la obviedad implícita en el sórdido proceso electoral mexicano para este año, habemos quienes preferimos observar y discutir en corto antes de debatir públicamente el tema por considerarlo un desperdicio de bilis, especialmente, cuando la política, la religión y el fútbol parecen temas tan ríspidos e incendiarios para muchos. Este, el del 2018, ha sido un proceso particularmente rabioso y, aunque con justa razón, logra revelar las peores caras de los individuos porque, claro, es un tema de interés para todos.

Frank Zappa dijo que “La política es el departamento “Espectáculos” de la industria”, y en este contexto de la tragicomedia mexicana, como en el cine (sí, también), se hace política, nos invitaron a ver el estreno de “Manual de Principiantes para ser Presidente”, segundo largometraje del director mexicano con ascendencia multicultural, Salim Nayar.

Básicamente trata de un candidato independiente, joven, carismático y bienintencionado (como los “nuevos políticos”) que junto con su familia persigue la presidencia de la república hasta conseguirla. Antes, durante y después del proceso, intentará luchar contra todas las fuerzas obscuras de ese Sistema, rifándosela como auténtico héroe de historieta mexicana hasta conseguir sus más puros objetivos de bienestar común. Inverosímil, ¿cierto?


(Aparecen de Izquierda a Derecha: Manuel Grañén-Porrúa, Lucero Solórzano (periodista), Salim Nayar (director), Pascal Beltrán del Río (periodista) )

Ya lo aseguran muchos grandes, medianos y pequeños directores: hacer cine en México es una proeza y cualquiera con el valor y la firmeza suficientes para levantar una película merece un aplauso de pie. Sin embargo, a veces no alcanza.

El guión no decide si se va a hablar de la campaña o de la presidencia. Durante la campaña, el candidato, gobernador de Sonora, abandona su tenebroso partido para lanzarse independientemente a la presidencia. Con el apoyo de su esposa y su mejor amigo de la vida, marchan hacia rumbos políticos inciertos. Convencen a un sabio mega empresario para financiar su campaña y contratan a una española (bien buena), asesora de marketing político quien le dará un alcance mediático suficiente para ganar. Una vez en la silla, las complicaciones lógicas para una familia presidencial comienzan a representar un problema para su hija adoptiva, quien se queda sin suficientes amigos en Facebook, y su esposa, la que al final, se pone los pantalones para resolver, a la par de interactuar con los medios de comunicación (todos marionetas), y la (sí) Mafia del Poder.

La parte más interesante de la película llega a partir de un enfrentamiento entre el joven presidente y otro obscuro empresario, maravillosamente representado por Patricio Castillo, que desemboca en un atentado bien manejado en la película. Antes de eso, no se sabe con claridad si se trata de una comedia o de una telenovela de Argos o de alguna serie para Blim.

Cinematográficamente hablando, los diez mejores minutos de la película son precisamente los de las secuencias de “acción” que logran desprenderse del maniqueísmo y la teatralidad previas. La fotografía se presenta con cierto academicismo y se inclina hacia la publicidad, hagan de cuenta, como si fuera un comercial de Knorr o de Maizena, como si fuera un volante laminado de campaña en movimiento. Por alguna razón, el cine mexicano en general adolece de sonido deficiente y esta no es la excepción, y es una pena cuando un plano secuencia bien hecho no puede percibirse a cabalidad por este obstáculo de percepción. No hay mucho para decir sobre la música, que, aunque cumplidora, no alcanza a distinguirse como elemento narrativo.


(Aparecen de Izquierda a Derecha: Salim Nayar (Director), Alejandra Ambrosi y Fernando Luján)

Nada tiene que ver con la buena intención de la historia en donde el desenlace habla de una propuesta positiva sobre el actuar de los nuevos políticos, pero la visión de la historia parece estar limitada a la de un contexto juvenil, ingenuo y hasta yuppie, en la que la exacerbación de las Redes Sociales son LA alternativa para enderezar todo lo torcido. Es difícil hablar de una problemática compleja que afecta a millones de mexicanos desde una posición privilegiada que representa una minoría en la realidad de este país, y el resultado, es una noveleta buena onda que nos deja a todos confundidos.

Por otro lado, es necesario hacer énfasis en los altísimos valores de producción de la película: un presupuesto de alrededor de dos millones de dólares completamente independiente (ni rastro de patrocinadores y mucho menos de fondos públicos), un despliegue de recursos muy respetable en locaciones de alto impacto en la Ciudad de México, CGI bien logrado en varias secuencias de la película, un casting que reúne varios actores “Triple A” de México (incluidos Mónica Dionne y Marco Treviño, por ejemplo) que además cuenta con la participación de actores españoles como Unax Ugalde y Amaia Salamanca. No sólo en las partes visibles de la película sino en las de producción, reúne valiosísimos elementos mexicanos como Alfredo “El Tigre” Mora en Diseño de Imagen, Mercedes Gironella en el Casting y nada más que Fernando “Boogie” Uriegas en la Gerencia de Producción.

Para más ejemplos al respecto, el guión de la película fue publicado en un libro por Grañén-Porrúa y la presentación fue avalada por importantes periodistas mexicanos del mundo de la cinematografía como Lucero Solórzano y Pascal Beltrán del Río.


(Aparecen de Izquierda a Derecha: Esteban de Llaca (Director de Fotografía), Manuel Grañén-Porrúa, Lucero Solórzano (periodista), Salim Nayar (Director), Alejandra Ambrosi, Fernando Luján y Pascal Beltrán del Río (periodista).)

Aunque Unax Ugalde como actor tiene toda mi simpatía, me escuece un poco verlo haciendo mexicanadas y españoladas, indefinidamente acentuadas, sin ton ni son, como el candidato protagonista de la historia, especialmente cuando se le ve investido con la banda presidencial y al frente del Congreso de la Unión. La participación de Amaia Salamanca como la asesora ibérica del candidato, comienza promisoriamente para venirse a menos con un “saca la nalguita” desafortunadamente gratuito. Alejandra Ambrosi, la esposa, va creciendo al ritmo de la película, peca de teatralidad aquí y allá, pero presenta un personaje sólido. Arantza Ruiz como la hija de la familia, en su primera película formal, es uno de los más creíbles personajes y nada que decir de los mayores, Fernando Luján y Patricio Castillo, cuyo trabajo ya es simplemente impecable. Definitivamente, el talento de Sfera Films, está en la gestión de recursos de todo tipo y hay que reconocerlo.

Mientras en el extranjero la película se hizo acreedora a varios títulos de los Premios Latino, en México no logró ser exhibida por ninguna de las bien conocidas cadenas comerciales y ha optado por una distribución digital en la que uno podrá rentarla directamente en su página de Internet. “Es la película que el Sistema no quiere que vean”, argumenta el Director, sin embargo, no sé si sea eso o la cinta misma.  

El cine es un espectáculo, así como “El Circo de la Política”, pero hay varios niveles “desbloqueables” en esta “Lucha contra el Sistema”. Las artes cumplen muchas funciones sociales y no es obligatorio hablar exclusivamente de los aspectos más obscuros y rudos de la realidad, sin embargo, si así se decide, las buenas intenciones son sólo el inicio. Así como en un proceso electoral que nos concierne a todos, se habrá de decidir si le entramos o no le entramos a los trancazos, pero permanecer, cómodamente, en la superficie, no ayuda ni al cine ni a usted ni a nadie.