Zanto es la pista número ocho del disco Broken Arketypos material original de la banda nayarita Sierra León. Desde luego, es mi favorita de este disco y he decidido hacer este experimento con ella.
Se trata de una suerte de reseña poética en la que intento comunicar todas las imágenes que vienen a mi mente a partir de esta pieza musical.
Gracias a los Sierra por ella y gracias por su amistad, en especial, de uno de ellos. Veamos, pues, si sale...
Para Mario A. Bustamante Salgado, porque permaneció y permanecerá mañana...
00:00 - 00:23
Abre la canción con la desolación más grande del mundo. La reverberación nos ubica en un espacio grande, demasiado para el único hombre solo en la habitación; se mece, se muerde, se talla, se fuma y se llora.
La guitarra plañidera lo contempla con malicia, compadeciéndolo pero alentándolo. El beat es sólo parecido al de su débil pulso que ojalá lo pusiera cerca de su muerte.
Dejas de ser para brillar en un laberinto lleno de mentiras. Nadie te escuchará, nadie te salvará, nadie te ayudará.
La melodía progresa hacia todos los instrumentos componiendo toda la atmósfera de una mente confusa. Entendemos lo que le pasa al hombre, más allá de lo que él mismo entiende y es simplemente: la vida. Esa suerte de Espiral del Silencio que más que callarnos nos hace gritar hacia adentro.
Siendo medianamente optimista, un pequeño desastre no es suficiente, pero, ¡ah!, ¡cómo quiebra la voluntad una avalancha de ellos, inesperada, una tras otra y otra más, cayendo lentamente por cada uno de los Círculos del Infierno.
Hay que vivir. Hay que salir. Hay que gritar.
01:02 - 01:51
La música gira inesperadamente, el bajeo obstinado nos transporta más donde el rojo, lejos del azul.
Enfurecido consigo mismo, el hombre entiende cuando está enfermo de tristeza.
Intenta romperlo todo, arrebatarle ese cuerpo suyo a ese demonio hambriento de toda su energía, arrancárselo con las uñas y los dientes de su cabeza, de su piel.
Ver hacia afuera, dejar de pensar en ello, dejar de sentir o sentir lo otro, eso que ya se olvidó cómo era pero seguro era mejor.
Hiding from yourself...
01:51 - 02:20
Trata de seguir la recomendación civilizada de exorcizar la pena con las costumbres de los hombres saludables. Las percusiones y una estela de luz eléctrica nos llevan a posibles escenarios anticipando el triunfo a base de intentar, intentar, intentar.
Ese espíritu festivo de los 60´s y su rock clásico invaden a nuestro hombre que lucha por salir. Guerrea, pelea, se fuerza, se quita la tierra, el polvo...
02:20 - 02:52
Sale corriendo más allá de su propia fuerza, huye del hoyo que lo tuviera prisionero, se arranca la ropa con las manos y anda en línea recta a donde le ciegan los ojos el sol. El espíritu sólido de una guitarra grave.
Me he olvidado de mí, buscando sombras en el aire que me permitan ver...
Me he olvidado de ti, buscando sombras en el aire que me permitan ver...
02:52 - 03:45
Pero intentarlo una vez no es suficiente. La garra de la congoja emerge desde el centro de la tierra y lo pesa, lo arrastra una vez más hacia el charco frío de una bañera donde se hubiera metido para lamentarse.
La rabia vuelve e intenta limpiarse furioso, que el agua se lleve todo ese lodo que lo cubre, más pesado que su propia lápida.
Vuelve a intentar y tira todo lo viejo, todo lo que estorba, todo lo que asfixia y lo quiere matar.
Trata de renovarse... Seeking in the wrong place... Trata de hacerse sabio... All that you give away... Hay que aclararse la cabeza... Hiding from yourself... Y pensar...
03:45 - 04:17
Quiero seguir buscando el amanecer. Quiero pensar que todo sólo es parte de un juego cruel.
Una nueva frecuencia eléctrica lo despierta. Pensar... pero pensar en serio, más reflexionar, más decidir escapar de la miseria que el mismo alimenta y engrandece, porque quedarse en el mismo obscuro lugar es sólo una elección, en cualquier momento se decide simplemente escapar.
04:17 - 04:45
Salir a andar. Cuando los pies no le son suficientes, dos ruedas motorizadas le ayudan a pasar de todo y sobre todos, alejarse de la gente indolente, de las amistades mentirosas y del amor traicionero.
Andar simplemente hasta que no queda espacio hueco, ni siquiera ciudad, donde sólo aire, sol, cielo, tierra lo acompañan y lo ayudan a conseguirlo.
Me he olvidado de ti, buscando sombras en el aire que me permitan ver.
Me he olvidado de mí, buscando sombras en el aire que me permitan ver.
04:45 - 05:04
La última parte es la más severa, la más distorsionada y la más sostenida, donde el hombre por fin logra ser sí mismo de vuelta, después de abrazar toda la desgracia por completo, estrujándola hasta hacerla añicos no sin antes besarla furiosamente en despedida, todos los malos momentos y todo el dolor a cuentagotas sólo desaparece.
Finalmente logra bajarse de su corcel y andar a paso firme con sus pies, con sus piernas, con su carne, con su ser. De cara al astro redentor, en la cima de la montaña, respirando todo lo que ve hacia adelante y nada, nunca, para atrás.
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Recomiendo escucharla antes o después de su lectura, aquí el enlace...
sierraleon.bandcamp.com